Pues esto es lo que tengo. Nada que decir acerca de el.
Duermevela
Al parecer, no tenía nada que decir. ¡Que capullo! Hacía falta muy poco para soltarle la lengua; un par de tragos le hubiesen ahorrado horas de persuasión.
Cerró los ojos para ver mejor y distinguió entonces un coche amarillo; Robert de Niro y Taxi driver...
Se despertó decepcionado. Había amanecido.
1 comentario:
Dos orejas, una boca. yo no lo habría dicho mejor...o si..:P
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