sábado, 15 de septiembre de 2007

Perdon, perdon.

Bueno me voy a permitir una última entrada que no sea mia. En mucho tiempo, palabra. Esta noche no sé, mañana lo intentaré. Son unos versos terriblemente bonitos, me hacen sentir bien, y de una manera ciertamente extraña, me hacen sentir como creo que soy yo... Ahora mismo. No he averiguado de quien son, si lo descubro, lo modificaré.

En el atardecer del verano caminaré por los senderos;
soñador, no hablaré,
pero el amor infinito invadirá mi alma y partiré lejos, muy lejos,
feliz,
como en compañia de una mujer.

Saludos.

¡Reiros!

Pues si, reiros si quereis porque esto no es un poema, pero son las 05:42 de la mañana y voy a poneros unos versos que me han salido asi de tontos y que tengo la corazonada de que con el tiempo les cogeré bastante cariño.
Eso, que si quereis, podeis reiros. ¡Yo estoy dando palmas con las orejas!.


Correo número 14-15

No se bien de que manera,
pero lo tengo más que claro;
cuando me hablen de tí,
o te vea saltando la acera...
Pondré cara de chulo,
pero tu no te lo creas;
Tendré el corazón blandito blandito...
Qué se le va a hacer,
¡Donde hubo siempre queda!