martes, 23 de septiembre de 2008

Duermevela

Pues esto es lo que tengo. Nada que decir acerca de el.

Duermevela

Al parecer, no tenía nada que decir. ¡Que capullo! Hacía falta muy poco para soltarle la lengua; un par de tragos le hubiesen ahorrado horas de persuasión.

Cerró los ojos para ver mejor y distinguió entonces un coche amarillo; Robert de Niro y Taxi driver...

Se despertó decepcionado. Había amanecido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dos orejas, una boca. yo no lo habría dicho mejor...o si..:P