¡Abrígate, que hace frío!
Pues claro que me abrigo. No se trata de eso, mamá. Déjalo ya, ¿quieres?.
Lleva puesto un gabán elegante, aunque algo raído. También lleva guantes de lana, una bufanda, orejeras y un sombrero de copa. Todo muy elegante, pero tampoco se trata de eso; todavía faltan un par de horas para entrar en calor.
Ella no tiene frío. Está congelada y va a poner la calefacción, pero no se trata de eso, porque en el fondo ella también sabe que no lo necesita. O es sólo mi imaginación.
Ella no entra en calor. Pero es sólo que yo tengo frío, y no permite que se caliente la habitación. Me acaricia las manos sin quitarme los guantes y me mira con preocupación. No se trata de eso.
Le miro, y veo hielo.
Me mira, y no siento el calor.
2 comentarios:
Tonterias mias, ya sabes que soy una floja.
Pero me hizo llorar.
Infinita ternura
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