domingo, 27 de enero de 2008

09:17

Este poema, sin ser ninguna birgueria, me tiene bastante gracia. Mas que gracia es cariño, o algo parecido. Salio gracias a un acto bastante estúpido y a una observación terriblemente placentera, y bueno, olvida un poco el surrealismo para irse más con la imagen. De todas formas, creo que en la situación en que me vi pude haber sacado bastante más jugo al poema, pero ahi está esto, Aleia Jacta Est y todas esas cosas. Un saludo. Amanecer.

( Ahora que lo he vuelto a leer me parece mucho peor, pero ahora queda ahi. Tambien es reflejo de lo poco claro que tengo el norte, y esto es importante)

09:17

De salto en salto entre las rocas,
captura un polluelo en invento;
cuando el ayuno y la madre en silencio
hicieron quebrarse rojos los vientos,
sonando trompetas, muriendo cemento,
creyendo incluso... ¡rugir caracolas!
Corales insomnes e impacientes comadronas,
urdiendo con pinceles el brillo de las olas,
esperando igual que siempre el parto eterno
que trae consigo nuevo año muriendo;
rompiendo la noche y con ella el esperpento,
ofreciendo la vida un islote en el océano...

Y al momento,
brilla, arde, y se anuncia...
un nuevo Dios naciendo.

Vida.

No hay comentarios: